Ya encontrarás a alguien, dicen. Eres joven, te recuerdan. Y a través del consejo más gratuito, voces ajenas se suman a esa tonadilla que toda mujer que rodea la treintena tiene que escuchar: «¿ya tienes novio?»
Ya encontrarás a alguien, dicen. Eres joven, te recuerdan. Y a través del consejo más gratuito, voces ajenas se suman a esa tonadilla que toda mujer que rodea la treintena tiene que escuchar: «¿ya tienes novio?»