Me miras entre cafés y sonríes. A dónde hemos llegado. Del dolor de nuestros cuerpos a la aceptación de los nuestros. A poder hablar de nuestras aventuras en plural sin ser juzgadas, casi sin miedo.
Categoría: Trazo libre
Complacencia animal.
Siento que no hay tiempo para plegarias y disculpas. Siento que sólo en lo abrupto resisto y me hago mía. Siento no ser complaciente y mostrar mi hierática sonrisa. Como una más.
No más Hawks en mi coño.
A pelo, decís siempre. A pelo pero rasuradas que me da asco. Dulce paradoja.
Dejar ser.
Menstruo de Seberg que nubla la fantasía de quien teme perder la sujeción privilegiada que el sistema le ha otorgado.
Y ella se fue a la guerra.
Y me dices que me revolucione mientras te enamoras. Y me lo voy a creer.
Intro-expección.
Conocer, superar, olvidar.
Y tan contenta.
Ya encontrarás a alguien, dicen. Eres joven, te recuerdan. Y a través del consejo más gratuito, voces ajenas se suman a esa tonadilla que toda mujer que rodea la treintena tiene que escuchar: «¿ya tienes novio?»
De lo sabio y peligroso.
Tú, que vuelves a mí sigilosa y nocturna, buscándome en mis picos más jodidos. Que te cuelas en mi subconsciente y me regalas visiones. Tú que me elevas y me reduces a lo más bajo. Tú que lo eres todo.